Cómo podemos solucionar la crisis económica? (castellano)

Es repugnante como los partidos mayoritarios del Estado Español, PP y PSOE, parecen más preocupados en desacreditarse con temas sobre corrupción que por reducir el número de parados. Lo más descorazonador de todo es ver sus ineficaces políticas para salir de la crisis, que nos han llevado a tener casi 5 millones de parados en el Estado Español y más de 500.000 en el País Valenciano.

El PSOE decidió inicialmente luchar contra la crisis incrementando el gasto público para crear empleo y pagar los subsidios a los desempleados. Posteriormente, ha realizado un viraje hacia al neoliberalismo, recortando la inversión pública y privatizando parte de las empresas públicas rentables para conseguir financiación. También ha subido los impuestos indirectos como el IVA y regalado dinero a los bancos sin ninguna contraprestación. Las consecuencias todos las sabemos, más del 21% de Paro.

Igual o más preocupante son las propuestas del PP. Para ellos, toda la crisis es culpa de ZP y olvidan que donde gobiernan ellos, como en el País Valenciano, la cosa no está nada mejor. Sus propuestas son bajar los impuestos, abaratar el despido de trabajadores y reducir la inversión pública. Pretenden llevar a cabo las mismas políticas que realizaba su modelo de gobierno, el de Irlanda, que entró en crisis y tuvo ser rescatada con urgencia por la UE y el FMI.

Los EEUU y los países avanzados han tomado las mismas políticas económicas para combatir las crisis deflacionistas desde la II GM hasta hoy. Estas políticas anticrisis, que el economista Paul Krugman ha etiquetado como el “pacto keynesiano”, consisten en reducir los tipos de interés, bajar los impuestos y aumentar la inversión pública. No obstante, la UE está rompiendo este pacto recomendando subir los tipos de interés, incrementar los impuestos indirectos, rebajar los impuestos directos y recortar la inversión pública.

El sistema neoliberal europeo está agotado y se siente impotente frente el modelo chino de economía mixta. Angela Merkel propone relacionar los beneficios a los salarios para incrementar la competitividad y productividad empresarial europea. La idea sería buena si los resultados empresariales no fueran tan fácilmente manipulables. Así pues, sólo se puede garantizar que los beneficios privados repercutan en los empleados si los propietarios y los socios son los mismos trabajadores. Este modelo económico se llama economía social o del “tercer sector”.

Las fórmulas empresariales que forman el “tercer sector” son las cooperativas, sociedades laborales, mutuas, empresas de inserción laboral, centros especiales de trabajo y cofradías de pescadores. Empresas como grupo Eroski, Fagor, Caixa Popular, Caja Laboral, Consum, Irízar, Lagun Aro, Edesa o Abacus son ejemplos del éxito de este modelo alternativo y más democrático de empresa social.

Otras virtudes de la economía social son la creación de trabajo estable y enraizado en el ámbito local, evitando la deslocalización industrial. También, tienen mejor resistencia a las crisis gracias a su adaptabilidad para ajustar la producción, redistribuir el número de horas o alterar los sueldos. Su democracia interna genera una cultura de responsabilidad y de riesgos compartidos en la economía social que no existe en el modelo neoliberal, como indica José Luis Monzón, catedrático de Economía aplicada de la Universidad de Valencia.

En conclusión, la economía social no es una utopía, más bien es la alternativa al capitalismo neoliberal en crisis. Aportan ya en el Estado Español 2'5 millones de empleos y son el 10% del PIB. Así pues, yo tengo claro como puede el sector privado salir de la crisis económica.

Eloi Pomar y Timoner. Historiador económico.